Personalmente, me parece una composición razonable. Al final, lo más importante es que tú te sientas cómodo con ella para evitar la tentación de cambiar el rumbo una vez en marcha.
Si el capital invertido no es una cantidad elevada, quizás te puede interesar simplificar y reducir el número de fondos. Por ejemplo, utilizar uno global indexado al MSCI World (que ya tiene más Norteamérica que Europa). Hay inversores que sobreponderan Europa para reducir el riesgo divisa y otros que dejamos que los porcentajes los decida el mercado por nosotros.
Normalmente, se dice que es mejor rebalancear lo menos posible (una vez al año) y aportar todo de una vez por el coste de oportunidad de tener ese dinero parado. Pero, al igual que ocurre con la composición, al final tienes que hacer lo que te permita estar más cómodo con tu cartera. Y si eso implica hacer DCA a lo largo de unos meses/años, pues esa será una mejor decisión para ti.
Cuanto más leo y más aprendo de todo esto, más me doy cuenta de que no sé nada. Creo que lo esencial es adoptar una filosofía de inversión con sentido común: diversificada, de bajo coste, que no responda a los vaivenes del mercado. Los detalles los tiene que decidir uno mismo para llegar a una cartera con la que no esté mirando lo que hace la bolsa cada día.