¡¡¡PELIGRO!!!… VA LADRILLO NOCTURNO
Hola Zmany:
Muy interesante todo lo que llevas comentado sobre Bitcoin. Te noto puesto en la materia. Supongo que ayuda que seas informático.
Aprovecho tus comentarios para deslizar mi opinión de cinco peniques (creo que muy similar a la tuya) basada en tres o cuatro lecturas superficiales que llevo acumuladas. Conste que suelto mi opinión NO para sentar cátedra sino para alimentar el debate (soy todo oídos).
Empiezo. Creo que Bitcoin reúne buena parte de los prerrequisitos del dinero (instrumento en el que poder depositar, teóricamente al menos, confianza para intermediar transacciones y poder eludir, así, el trueque con sus numerosos problemas).
Pero el Bitcoin viene a un mundo donde existen otros instrumentos que ya funcionan como dinero (por ejemplo, las monedas fiat y, a su manera, el oro). Cada uno de estos instrumentos (dinero fiat, oro y Bitcoin) tiene sus propias características peculiares (con sus consiguientes ventajas e inconvenientes) y su mayor éxito o fracaso (en términos de adopción práctica) va a depender del grado en que se vean favorecidos por las circunstancias socioeconómicas, presentes y futuras, en las que se encuentren los individuos (de hecho, no es exactamente lo mismo vivir, en términos monetarios, ahora mismo en Suiza que en Venezuela, por poner un ejemplo).
Por otro lado, considero que las características positivas más destacadas del Bitcoin son tanto su potencial como reserva de valor (debido a que su emisión está limitada, a largo plazo puede ser inmune a la inflación por expansión monetaria -gran peligro del dinero fiat-) como, también, su característica de inconfiscabilidad.
Ahora bien, dicho esto, creo que, por ahora al menos, el Bitcoin está siendo una opción menos valorada (sumando ventajas e inconvenientes), en términos prácticos, que sus competidores (el dólar y el propio oro). De hecho, que yo sepa, argentinos y venezolanos siguen prefiriendo acumular dólares en vez de Bitcoins. En el futuro ya veremos. Dependerá del contexto socioeconómico exacto en el que lleguen/lleguemos a movernos y los incentivos que éste genere a cada una de las opciones monetarias disponibles.
En resumen, creo que el Bitcoin (a diferencia del resto de mercado cripto) tiene cierto valor objetivo derivado de su potencial utilidad (sobre todo ante algunos escenarios imaginables del futuro). Por ello, considero que el principal valor objetivo que ofrece el Bitcoin para un occidental, en la actualidad, sería su potencial función como SEGURO ante ciertas evoluciones apocalípticas de la realidad (aunque, incluso en algunas de esos escenarios, pudiera ser mejor tener oro y/o plata física que Bitcoin).
Hasta aquí mi opinión sobre el valor objetivo del Bitcoin: un valor real pero, en mi opinión, por ahora bastante limitado (bastante inferior a su cotización). Sin embargo, el asunto tiene una segunda dimensión...
Como tú has apuntado, es claro que la cotización del Bitcoin (al menos hasta ahora) tiene, también y quizás fundamentalmente, un componente elevadísimo de especulación. Esto es, los compradores de Bitcoin, en su inmensa mayoría, no lo demandan por su potencial uso práctico asociado a sus peculiares circunstancias socioeconómicas (valor objetivo)… (vuelvo a recordar que, por el momento, incluso un argentino o un venezolano, parecen preferir todavía acumular dólares)... sino que mayoritariamente lo demandan por las expectativas de obtener elevadas revalorizaciones (expectativa de “pelotazo”) sin conexión con el uso práctico del instrumento.
Esto, a su vez, propicia que se haya formado una numerosa comunidad de poseedores de Bitcoin muy interesada por razones obvias (consciente o inconscientemente) en promover (a través de canales de Youtube, podcast, foros...) narrativas que idealizan el activo para impulsar su cotización (les va en ello las ganancias en las que tienen depositadas sus expectativas).
En definitiva, la cotización de Bitcoin lleva todos estos años, en mi humilde opinión, siguiendo una dinámica propia de las burbujas y muy alejada de un potencial valor objetivo (práctico) actual o asociado a la realidad de un futuro cercano. Es, por tanto, desde mi perspectiva, una oportunidad para avispados especuladores (una minoría) y, simultáneamente, un gran peligro para la mayoría de ingenuos “corderitos” que componen el mercado.
Termino dándole una última vuelta de tuerca a la complejidad del asunto:
¿Sería posible, no obstante lo dicho, que a medio/largo plazo una dinámica especulativa inicialmente “burbujil” termine siendo, sin embargo, respaldada finalmente por un precio objetivo (valor práctico del instrumento) también muy elevado?
Sería posible... Como ya he sugerido antes, así será si las circunstancias socioeconómicas del futuro son tan negativas (por ejemplo, elevadísima inflación generalizada y/o presión fiscal desbocada,...) que se favorezca especialmente la utilidad diferencial que ofrece las características del Bitcoin frente a las de sus competidores. En ese caso, se podría dar la paradoja de que una mayoría de los participantes en la actual fiesta “burbujil” terminen recibiendo un gran premio (a pesar de que entraron en el proceso llamados a ser las “víctimas” de la partida) gracias a terminar convertidos, por azar del destino, en propietarios de un activo finalmente muy valioso en términos objetivos (prácticos).
Pero como el futuro no lo conocemos, por ahora la cosa, en mi humilde opinión, sólo tiene pinta de burbuja especulativa y punto.
Saludos