El Dinero y la evidencia.
Que la cláusula suelo es abusiva sólo lo puede negar el dinero, es decir, el que se enriquece con ella, que es una sola de las partes del contrato hipotecario: los Bancos y como bien ha manifestado una asociación de consumidores apenas ayer en el sentido de que el Banco de España se ha convertido en la patronal de las entidades financieras, y yo digo en el caso concreto de la cláusula suelo el colaborador necesario en la defraudación financiera más importante durante la democracia española, pues según cifras el monto de lo defraudado ya asciende a los 7 mil millones de euros.
La evidencia puede desconocerla o encubrirla un político, un senador, un funcionario del Banco de España, un forero pagado por un Banco, una ministra de economía neoliberal, un presidente de gobierno que nunca cambiaría, etc., etc. Pero un juez se preguntará, porqué tengo que cerrar los ojos ante la evidencia, sobre todo si es un juez con convicciones morales y éticas, como parece ser el caso, y en todo caso, porqué un juez va ensuciar su carrera tapándose los ojos frente a lo que es indiscutible: que un suelo del 2 al 3% o más en relación con un techo del 12 al 15% es desproporcionado, que sólo beneficia a una de las partes, que es una cláusula que no observa la reciprocidad en el beneficio de las partes, que es abusiva, mejor dicho, muy abusiva.
Los consumidores no deben creer que la justicia se haya hecho. Miles de vida no importaron para conseguir petróleo barato en Irak, y esto nos demuestra la naturaleza infrahumana del adicto al dinero, de la fragilidad de la justicia frente a los vampiros del lucro. Desgraciadamente, también pueden verse expuestos los miembros de los tribunales a la tentación de inclinar la balanza hacia el lado injusto, pues personas son y débiles también pueden resultar, y el curso judicial sólo acaba de comenzar.
Recursos irán y vendrán, pues los Bancos son instituciones que ya han perdido el sentido social de su función, adictas ahora al dinero fácil ganado mediante el truco y con ese sentimiento de seguridad que la riqueza proporciona, junto con la red de influencias que pueden desplegar, esta sentencia se la van a tomar como un pequeño tropiezo. Irán a por los jueces y magistrados de las instancias superiores, y tratarán de convencerlos de las buenas bondades de la cláusula suelo, pues si lo lograron con la ministra de economía, con el Banco de España, con el Senado, etc., etc., por qué no lo van a conseguir en el Poder Judicial, desde su punto de vista los jueces son seres racionales y el dinero le gusta a todo el mundo.
Queda en pie una pregunta, ¿quién podrá más: la evidencia o el dinero? En realidad la pregunta, la cuestión de fondo es si el dinero podrá poner una venda sobre los ojos de nuestra justicia. Por el momento, ésta ha salido indemne, pero sólo por el momento.