Cristina, casi nada en este mundo ocurre por azar. El ser humano, guste más o guste menos, acostumbra a moverse por dinero. Cuando hay decisiones que resultan incomprensibles ... no te quepa duda ... hay "sobres" circulando por detrás (luego, al paso de los años y cuando las causas prescriben, se descubre que efectivamente había jugosísimos "sobres" en juego). Interesa que el Sr. Blesa esté en la calle ("el hombre que sabía demasiado ... como Bárcenas"). Se pagará lo que haga falta, a quien haga falta, para que ese caballero ande libre por la calle. Y se pasará por encima de quien haya que pasar, y se inhabilitará a cuantos jueces haya que inhabilitar.
Hace apenas unos meses, el Fiscal General del Estado CORRIÓ a cesar al fiscal de Catalunya por haber dicho que, tal vez, una consulta soberanista pudiera ajustarse a la Constitución ... Ya ves tú qué gran "delito" (independientemente de las simpatías o antipatías que pueda despertar un referéndum independentista, que yo no me meto en esas cosas). Sinceramente, no creo yo que unas declaraciones con algún contenido que alguien pueda entender como "político" sirvan para separar a un fiscal de su cargo (y que conste que el fiscal de Catalunya no era precisamente santo de mi devoción). En cambio, sorprende sobremanera que el mismo Fiscal General del Estado no diga "esta boca es mía" cuando un fiscal de Madrid se apresura a cargar las tintas contra un juez que decide encarcelar preventivamente a un caballero que presidía un banco que nos lleva costados, a todos los españolitos, algo así como 35.000 millones de euritos entre inyecciones y avales diversos, y que -al parecer- distrajo 100 milloncejos de nada (unos 17.000 millones de pesetas ... unos 17.000 salarios mínimos profesionales anuales) que no acaban de aparecer.
Algo huele a podrido en Dinamarca, que diría Hamlet. La fiscalía anticorrupción tiene un pequeño problema en su propia casa. Nada ocurre por azar. El problema radica en que ese "pequeño problema" ... igual se localiza en la cúspide. Tampoco debería sorprendernos. Cuando en la cúspide de la cúspide tienes a un fulano que le monta el chaletito a la querida a las puertas de su casa, que se escaquea a soltarle tiros a elefantes africanos, que trinca comisiones a porrillo ... Si lo de arriba del todo está podrido, no debería de extrañarnos que si vas bajando por el resto de organización del Estado, la podredumbre asome en cada esquina. "Si lo hace mi jefe ... por qué no lo voy a hacer yo???"
Si yo fuese Blesa, sinceramente, renunciaría a la defensa y le cedería ese papel al fiscal. Nadie está defendiendo mejor a Blesa que el fiscal que debiera de acusarle. Y es que con 100 millones te puedes costear la mejor "defensa".
A una persona normal, hacer el papelón del fiscal le provocaría arcadas y no le dejaría mirarse en un espejo. Contra los problemas de náuseas y la visión borrosa ... sobrecitos ... de "Primperán".
Cuando las cosas no se pueden explicar ... acostumbran a tener una explicación que todos nos imaginamos pero que no podemos probar.
Algunos hombres buenos ... y todo un Estado contra ellos. Que vayan con muchíííísimo cuidadito los jueces díscolos. Que se está hablando de cifras que bien merecen utilizar métodos poco convencionales. Tocar a Blesa es tocar la base del PP madrileño. Es tocar a Aguirre y a Gallardón, principales aspirantes a suceder al imbécil de Rajoy ... y eso ya son palabras mayores.
El juez que ha enchironado a Blesa tiene los días contados. Blesa no se toca ... o te la juegas.