uchos aún recordarán los tiempos en que no había cita previa para acudir a las consultas de medicina general en “la seguridad social”. Uno llegaba, se apuntaba a la cola y... a armarse de paciencia y esperar. Los pacientes teníamos que serlo de dos maneras: como enfermos y como pacientes en sentido estricto. Había que esperar pacientemente a que poco a poco la cola se fuese diluyendo.
Lo siento por sus admiradores y votantes, que se que son legión, pero Esperanza Aguirre en cuanto "figura" pública, que nada tengo que decir de la privada que no tengo el gusto o -más probablemente- el disgusto de conocer, me ha parecido siempre una estúpida. Desde sus ya lejanos tiempos como Ministra de Cultura o de Presidenta del Senado en las que con sus incultas opiniones dichas con .
Es habitual que los economistas de la corriente dominante en Economía, la así llamada neoclásica, defiendan sus "estudios" cuando estos son atacados como irreales por parte de los "legos"por su elevadísimo nivel de abstración y su total lejanía de la realidad, acudiendo a lo que se conoce como "metodología de la economía positiva"
En el siglo XVI, un financiero inglés de nombre Thomas Gresham describió en un informe para su majestad la reina Isabel I, un proceso que afectaba a la circulación monetaria con arreglo al cual, las monedas de buen o alto contenido metálico, o sea, aquellas cuyo valor nominal o facial se correspondía en un aceptable grado con su valor real definido por la cantidad de oro o de plata que aseguraban
El Teorema del Segundo Óptimo de Lipsey-Lancaster formulado en 1956-7, este teorema viene a decir que si en algún (o algunos) sector de la economía no se cumplen (por las razones que fuese y que no se pudiesen obviar) las condiciones de eficiencia económica, entonces no se puede decir con carácter general que sea deseable que se cumplan las habituales condiciones para la eficiencia
Pasa con los cambios en la estructura económica de un país algo semejante a lo que sucede con los cambios en el paisaje: que son tan lentos que casi resultan imperceptibles
Debió de ser a finales de los años sesenta o primeros de los setenta la primera vez que alguien, mi padre, me hizo caer en la cuenta del en principio curioso fenómeno de que los mejores productos de una zona no se encontrasen con facilidad en sus mercados locales, sino que se iban a otros lugares a veces muy lejanos.
Está siendo muy debatida estos días la reciente sentencia de un Tribunal italiano por la que se condena a seis sismólogos y un responsable de los servicios de Protección Civil. no por ser incapaces de predecit el terremoto que sufrió esa zona de Italia en 2009 y que causó 309 víctimas mortales lo que sería un completo disparate
Debido al crecimiento de esa triple distancia política, social y económica, la meritocracia está traicionando a las sociedades en que se ha instaurado. Dicho con otras palabras, la aristocracia del talento y del mérito se está pareciendo cada vez más a la aristocracia de la sangre del Antiguo Régime
El efecto pintalabios se manifestó, como observó Huxley, en la Gran Depresión de los años 1930, pero se ha vuelto a repetir desde entonces en las sucesivas recesiones en distintos países y economías. Y también se está dando en el actual estancamiento económico.
(Cuarto Reich)
A tenor de lo que está pasando, un moderno Von Clausewitz podría quizás concluir que la política monetaria es la continuación de la guerra por otros medios. A día de hoy, gracias a la política monetaria que dirige realmente el euro desde Francfurt, Alemania ha logrado ya todo lo que consiguió con las divisiones panzer en la II Guerra Mundial, pero a coste cero. Ya domina
Y ¿entonces? ¿cómo explicar el hecho que "denuncia" Rogoff: el que los ejecutivos y demás grandes dirigentes que cobran esos sueldazos no sean mirados por los ciudadanos de la misma manera que miran las remuneraciones de los jugadores de futbol o de los artistas de cine? Pues, en mi opinión, por una sola razón y es que para el común de las gentes tales individuos no se ganan los que cobran
LO ha vuelto a decir. Otra vez lo ha vueltoa decir. Una vez más ha dicho la misma estupidez y, como es habitual en él, cada vez que suelta una estupidez de las suyas la ha justificado en términos de sensatez, de que es lo que dicta el sentido común, de que de lo que se trata a la hora de geswtionar los asuntos económicos del Estado es comportarse igual que una ama de casa sensata, como las &
Por lo recién dicho resulta obvio que la explicación/justificación que hace la Economía Neoclásica de los sueldazos de los altos directivos, si bien elegante dentro de su propio modelo interpretativo, se encontraba con dificultades para dar cuenta de lo que sucedía en el mundo real por lo que era difícilmente aceptable excepto para los más fieles.
Con motivo de las idas y venidas de los miembros y “miembras” de esa auténtica “casta” de directores, ejecutivos, consejeros y demás mangantes de las cajas y bancos españoles en estos últimos y revueltos tiempos, ha vuelto una vez más a saltar a los “medios” el viejo asunto de las remuneraciones pecuniarias de los "altos" ejecutivos y demás directivos de las empresas.