Yo soy el forista que en nuestra empresa y en la parcela de mi responsabilidad avisamos a nuestros clientes “atrasados” mediante burofax, no a la primera, pero cuando ya creemos que debemos ponernos serios, esto sí el coste del burofax lo ponemos en factura y lo cargamos en la cuenta del cliente, con lo cual si cobramos va todo, la deuda y el coste del burofax. Sin embargo de la misma manera que digo una cosa, que es lo que hacemos en nuestra casa, pero con muchos respeto a lo que hacen los demás, y aunque puede que no siempre coincida con lo que hacen las entidades financieras me hago la siguiente REFLEXIÓN (larga de narices), pero esto …… reflexión personal.
Los bancos son negocios, y como tales deben buscar el máximo rendimiento para sus accionistas.
Las cajas son negocios, y como tales deben buscar el máximo rendimiento para su obra social, de hecho y de alguna forma su obra social representa un equivalente a su accionista (a estos efectos), pero las cajas de ahorro en si son negocios, lo que es una especie de ONG es su obra social, no la propia caja.
Ni unos ni otros son un servicio público, ni son nuestros socios en nada, son nuestros meros proveedores de dinero para los usuarios de crédito, y nuestros clientes para los depositantes, absolutamente nada mas.
Son meros comerciantes de dinero, podemos pensar (el pensamiento es libre) que es un negocio que esto o que aquello …….., pero serán solo sensaciones, no realidades, y dichos “comerciantes” como tales “compran” dinero a los depositantes a un precio determinado (el mínimo posible como cualquier empresa) y “venden” este dinero, mas el propio (su capital y resto de fondos propios) al máximo posible, al igual que cualquier empresa. Su beneficio, una vez deducidos los gastos es el margen entre compra y venta.
Bien, hasta ahí es de “Perogrullo”
Cada negocio pone sus condiciones a la venta, y solo la competencia del mercado determina que es caro y que es barato, y en todos los sectores unos miran que hacen los demás para poner sus precios “dentro de la media”, y esto no es pactar precios, ni se les puede acusar de monopolio encubierto, ni nada que se le parezca. Todas o la mayoría de las empresas de un mismo sector se “vigilan” entre ellas en cuestión de precios, para no quedar fuera del mercado por caros, o ser demasiado baratos, aún cuando alguna empresa por estrategia temporal de incremento de clientes “derribe precios”, pero cuando tenga una masa de clientes que estime correcta, los pondrá en su sitio.
Los clientes somos libres de aceptar unas condiciones o no de una determinada entidad financiera, y es irrelevante a estos efectos su precio, cada entidad podrá poner la comisión de reclamación de descubierto, de ingreso de cheques, de realización de transferencias o de cualquier concepto que exista o que quieran crear, que estime por oportuna y si es superior a la de mercado, dicho mercado los pondrá en su sitio, no nos quepa duda alguna, y su obligación en cuanto a precios es únicamente su publicación en el tablón de anuncios (en los casos de comisiones de mención obligatoria) o en el Banco de España, luego podemos debatir si es cara, es barata o es lo que queramos, estamos siempre en un “entorno opinable”, y hasta me atrevo a decir que podremos incluso opinar de la ética de su aplicación, pero en términos legales NO ES NINGUN ENGAÑO, ESTAFA, NI NADA QUE SE LE PAREZCA, o no lo es al menos hasta que una autoridad competente dictamine lo contrario, tal como funciona cualquier “gremio” en nuestro estado de derecho, y para “ilustrar” esto pongo en ejemplo del sábado pasado, mirad vivo en el campo e invite a unos amigos a café, con tal mala suerte que llegan éstos, enchufo la Nespresso y veo que no hay leche, menudo problema, sin embargo a 300 metros de casa hay una gasolinera con tienda, me voy allí de inmediato y solo había “Pascual” ¿sabes el precio de brick? a 2,60 € ¿parece ético y ajustado a lo habitual de este producto? Me temo que ni de lejos, pero ……. ¿debo pensar que me han estafado? No, si no me gusta el precio no la compro y en paz. Me podía ir a la ciudad más cercana que está a 7 Km, donde hay un Carrefour, un Consum, un Lidl, un Aldi, un Mercadona, y no sé cuantos más, puedo aparcar y además gratis, luego hacer cola en la caja y obtener la Leche Pascual por no sé ….. puede que a 0,85 €, por tanto podía usar mi libertad para elegir la gasolinera o la gran superficie, si bien lo segundo me suponía que mis invitados a la llegada ya no estuvieran, pero este es mi problema, no del pretencioso que quiere cobrar esto a 2,60€, realmente su problema será …… ¿a ver cuántos bricks de leche va a vender con estas pretensiones económicas?, entonces la solución fue que la compré pero nunca más volveré, si puedo evitarlo, pues las entidades financieras lo mismo.
Y a todo este rollo, una ventaja añadida que los consumidores de productos financieros tenemos un organismo supervisor como es el Banco de España, que tarde o temprano (últimamente es cierto que bastante tarde) les pone en su sitio si están aplicando algún criterio o comisión no ajustado a normativa o buenas prácticas, y contra los 2,60 € de la gasolinera no tenemos a nadie que vele por nuestros intereses, solo podremos recurrir a la OCU si la leche esta caducada o en mal estado, pero los precios para bien o para mal los pone el comerciante o el banquero.
En consecuencia si uno es usuario de descubierto, las razones que tenga para ello son irrelevantes, y en todo caso no son responsabilidad de su banco o caja, ellos tienen un servicio o un producto que podemos aceptar o no, y como he dicho antes que son negocios, no son ONG’S, si nuestras circunstancias personales no nos permiten disponer de liquidez a su debido momento, yo y muchos lo lamentaremos profundamente, ya no es agradable saber que un ciudadano y por la jodida crisis se encuentre en situación de “justeza”, pero en cualquier caso esto no es responsabilidad de su banco o caja.
Y todo esto no está en absoluto reñido en que debemos ser beligerantes en las cuestiones que estimemos injustas, y utilicemos nuestros derechos de reclamación, respetuosos pero con la mayor contundencia. No tiene más razón, quien más chilla, tiene más razón quien tiene más argumentos, esto es de cajón, y el alzado de la voz no suele dar argumentos, y el insulto a veces quita argumentos en lugar de otorgarlos.