Re: Una madre irá a prisión tras comprar comida con una tarjeta que encontró en la calle
Bueno es un poco complejo, pero yo lo veo de la siguiente manera, creo que un poco de razón tenemos todos, a ver si me explico; la sociedad no es más que la forma en la que nos relacionamos, esto es un hecho. Pero depende de la posición que ocupes como observador tu realidad será una u otra, todos sabemos que la vida no es la misma para el hijo de un trabajador de una cadena de montaje de componentes electrónicos que para el hijo de un ex-presidente de una comunidad autónoma, esto es evidente, ambos viven en la misma sociedad pero sus realidades, sus acciones, sus oportunidades son muy diferentes, por eso lo importante es distinguir la verdad de la realidad, la verdad es que diferentes realidades conforman una misma sociedad y la sociedad del momento presente es: cruel, hipócrita, egoísta, injusta etc. porque la inmensa mayoría de nosotros somos así. Esto también es un hecho.
Yo creo que esto es la gran parte del problema, confundimos realidad con verdad, nunca tenemos en cuenta que partimos de diferentes realidades para un mismo hecho, esto es muy fácil de ver si te gusta el fútbol, si has jugado al fútbol; depende de la posición que ocupes como observador y del equipo a cual pertenezcas tu opinión sobre una jugada puede ser diametralmente diferente a la de otro observador o contrario y sin embargo tener razón ambos, puesto que lo que tu has observado puede que no tenga nada que ver con lo observado por el otro, pues para las opiniones o acciones es lo mismo, aunque mucho más complejo de explicar.
Simplificándolo mucho y llevándolo al ámbito del consumo, habrán personas que entiendan que comprar en Mercadona o El Corte Inglés no implica nada malo y desde su perspectiva tendrán razón, si desconocen el modelo de negocio de esta empresa o subjetivamente piensan que está bien o directamente les da igual, pero la verdad es que la política de ambas empresas es por decirlo de una forma suave poco lícita, y queramos o no, utilizar sus servicios nos convierte al menos durante esa acción o decisión en “cómplices” de la consecuencias y la forma en que se relacionan con sus proveedores (que no no son otra cosa, sino personas que viven en nuestra misma sociedad).
Todos sabemos cómo "negocian" estos gigantes: por ejemplo El Corte Inglés (más o menos...) “no compra nada, ceden espacio para que empresas o marcas vendan sus productos”, ellos son quienes deciden cuanto van a ganar por producto, y se aseguran el mejor precio, si la marca decide bajar el precio o hacer una oferta en algún otro comercio la ha de igualar en sus mismos centros, sin embargo ellos seguirán ganando el precio establecido anteriormente. Si un cliente decide devolver un producto, por supuesto es la propia marca quién se hace cargo de la devolución, de ahí que no te pongan ni una sola pega en las devoluciones.
Igual es más fácil de ver en el mundo textil (al menos desde el punto de vista emocional) para un adolescente que desde cualquier medio se les está bombardeando, estimulando constantemente con que vayan bien guapos, a la moda, etc. pues dependiendo del tamaño de su cartera irá a unos sitios u otros, pero lo que está claro es que desconocerán las condiciones laborales de las personas que fabricaron esas prendas o no les importará, o como mucho se sentirán un poco mal hasta que hayan estrenado la ropa y se miren al espejo y se vean lo mar de atractivos. Pero el hecho que un adolescente elija comprarse unas Salomon y no unas Bestard (son zapatos de montaña) si tiene repercusión en la sociedad, unas están hechas en la otra parte del mundo con unas determinadas condiciones laborales y las otras están hechas en Lloseta, en la isla de Mallorca ¿Qué modelo de negocio creéis que es más justo y más sostenible? ¿cual de los dos tienen un retorno más positivo en la sociedad? ¿Conocemos realmente las consecuencias de elegir entre un modelo y otro?
Entonces, y ahí está el quid de la cuestión ¿Si Bestard deja de fabricar botas de montaña porque no puede competir con las condiciones laborales vietnamitas y una mallorquina se quedara sin trabajo y con ello su fuente de ingresos y se viera con la necesidad de recoger una cartera del suelo y que esta fuera su única forma de alimentar a sus hijos? ¿Quién es realmente el culpable de esta situación?
¿Salomon? ¿Bestard? ¿La OCDE? ¿La OIT? ¿La legislación? ¿El gobierno? ¿El consumidor? ¿Todos?
Estos son realidades, independientes pero interrelacionadas, pero la verdad es que al comprar o utilizar los diferentes servicios de diferentes empresas seguimos contribuyendo o apostando a que el modelo de sociedad siga siendo como es, y a que las consecuencias sean unas u otras.
Luego dependiendo de la realidad en la que vivas o decidas vivir serás un güeno, un perroflauta, un fracasado, un hombre de éxito, etc. O dependiendo de quién te juzgue puede que seas todo lo contrario. Pero la verdad es, insisto, que la sociedad: la forma en que nos relacionamos, es una sociedad como nosotros somos: inmaduros, injusta, avariciosa, despreocupada, cruel, etc.
Por supuesto, hay personas que dentro de la sociedad tienen un impacto mayor o menor, más positivo o muy negativo, pero no hay ninguna duda de que la sociedad la formamos todos, para lo bueno y para lo malo.
Con los sentimientos, opiniones, creencias que influyen tanto o más que nuestra cartera sucede más o menos lo mismo pero es un poco más difícil de explicar.
Saludos.