Europa inicia un ciclo de gasto récord en defensa e infraestructuras con Alemania al frente. Analizamos qué sectores se benefician, qué activos sufren (como la renta fija) y cómo posicionarse ante este giro histórico. Oportunidades y riesgos para el inversor.
El consenso del mercado piensa que los tipos de interés bajarán antes en Estados Unidos que en Europa. Por eso está bajando el dólar frente al euro. Los tipos de interés son el precio del dinero. Si se intuye que los tipos de corto plazo serán más bajos en un país, el dinero se queda o va allá...
No sabemos por qué la Reserva Federal ha entrado en ese bucle de amenazas sobre subidas de tipos justo cuando la inflación está bajando y los indicadores adelantados muestran que es una tendencia bastante clara.
Nuestra estrategia actual recuerda a una comida de domingo en España. Se empieza con el picoteo —el aperitivo— y luego se pone la carne en el asador. La traducción en términos de mercado sería tomar pequeñas posiciones ahora en aquello que pueda ser más interesante de cara al futuro.
Las empresas remuneran a sus accionistas básicamente por tres vías: el pago de dividendos, la recompra de acciones y la plusvalía que se produce si la empresa está bien gestionada. Gana dinero, el mercado lo reconoce y el valor sube.
Pronto sólo comprará bonos el BCEDe acuerdo con las propias previsiones del BCE, en el mejor de los casos la inflación de los próximos cinco años se moverá en el entorno del 1,8 %. Y digo en el mejor, porque actualmente es del 3 % y los programas de estímulo monetario y económico van a relanzar.
El miedo a una crisis ha sido utilizado en los últimos años por muchos asesores como gancho para tratar de captar nuevos clientes.
La inflación es como el colesterol. Hay un colesterol bueno y un colesterol malo. Con la inflación ocurre algo parecido. Los propios bancos centrales tienen entre sus objetivos que la inflación sea positiva. Eso sí, ligeramente positiva, que es la que consideran “buena”.
Hace años tuve la oportunidad de ir al Amazonas, donde uno de los mayores riesgos, aparte de las míticas pirañas, es que te ataque un caimán. Así que charlando con el guía le pregunté cuál sería la mejor defensa – si la es que la había- si tienes la desgracia de que un caimán te engancha un pie.