Desde el inicio de este blog, hace más de 10 años, Javier y yo hemos hablado en muchas ocasiones de la importancia de la psicología en los mercados financieros y de cómo aprender sobre finanzas conductuales (behavioral finance).
Los discursos pesimistas tienen algo, no sé qué exactamente, que los hace parecer más inteligentes o más elaborados que los optimistas.
Las nuevas noticias aparecen de forma aleatoria, por lo tanto son impredecibles salvo que dispongamos de información privilegiada, y suelen distribuirse a la vez a todos los participantes del mercado (o por lo menos, a todos los que tienen poder para ajustarlo).
En el pasado funcionó comprar cuando se anuncia la recesión y vender cuando se anuncia el final de la misma. También funcionó comprar cuando se anuncia y vender 12 o 24 meses después, o comprar cuando finaliza y vender 12 o 24 meses después.
A lo mejor en toda España hay un solo inversor particular con la cartera diversificada. Claro, es que es mucho mejor ser como W. Buffet y no diversificar. Pero claro, es que W. Buffet... hay uno. Y por cierto, sus ideas hacen bastante daño.
En los mercados financieros, el que opera en base a relaciones debe tener muy claro que necesita un trabajo de investigación diario. Porque a veces, activos que no tenían nada que ver comienzan a ir de la mano. Y otros hacen lo contrario. Los activos a veces pierden la correlación con motivos, pero otras veces lo hacen sin más y ya nunca vuelven a correlacionarse .
Como J.C. Trichet recueda siempre que tiene ocasión, el BCE no está obligado a seguir ningún camino predefinido ("is never pre-commited"). Sin embargo, parte de la eficacia de los bancos centrales radica en su predecibilidad. Por ello, es tradición de los presidentes del BCE tener un "lenguaje", basado en fórmulas y códigos.
La iniciativa de Viena surge como respuesta al problema que se crea entre los bancos extranjeros en el caso de un default de deuda pública de un país: Los bancos no saben cuál será el primero que abandone el país, pero todos saben que no quieren ser el último (ver dilema del prisionero).
Podemos entender que el precio se compone de dos elementos: el tendencial y el de volatilidad. El elemento tendencial es aquel que refleja los fundamentales del activo estudiado. Por ejemplo, si el beneficio por acción de un valor aumenta a un ritmo del 4,0%, el elemento tendencial vendrá dado por este aumento.
Históricamente, el West Texas Intermediate, petróleo de referencia en Estados Unidos, cotiza con una prima en torno a +1,0 U$ sobre el precio del Brent. El principal motivo de que esto sea así es debido a la superior calidad de esta referencia sobre las otras. Así, se dice que el refino del West Texas es en torno a un dólar más barato que el del Brent.
Los mercados de valores son cambiantes. Cuando uno decide operar en ellos debe tener en cuenta que no va a pelear contra el mercado, sino a “hacerle la pelota”. El que pelea contra el mercado suele salir perdiendo. Ir en contra del mercado siempre conlleva pérdidas. No hay que empeñarse en mantener una visión.
Continuamos con los artículos que vengo publicando sobre Psicología del trading en la revista trimestral Al Alza, de productos cotizados de BNP Paribas, os dejo con la tercera parte: El orgullo.
El orgullo. psicologia y emociones en el trading (iii). publicado en el número 22 de alalza (abril2011), la revista de productos cotizados de bnp paribas
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Aprovechando que ha sido el día del libro y el post anterior, sobre mis libros favoritos, y entendiendo el tirón del tema y la gran cantidad de libros sobre inversiones que existen, me gustaría aportar unos apuntes personales sobre cómo escoger un libro adecuado.
El inversor inteligente, de B. Graham.Lo leo y lo releo y cada vez le saco algo nuevo. Es uno de esos libros que se leen con papel y boli en mano y con un excel abierto para ir actualizando los datos y ver cómo sigue vigente cada una de las ideas que Graham enseña.
Una vez aceptamos que las emociones juegan un papel fundamental en nuestra operativa en los mercados financieros, llegando incluso a ser el elemento más importante a tener en cuenta especialmente si nos dedicamos a hacer trading, es interesante poder identificar cuáles serán las que más afecten a nuestra operativa.
La inversión en los mercados financieros es una actividad psicológicamente frustrante. Podemos tener toda la lógica de nuestra parte y que, sin embargo, el mercado realice el movimiento que quiera (y lo peor, cuando quiera). Debemos acostumbrarnos a generar una alta tolerancia al fracaso frente a las pérdidas y a no construirnos castillos en el aire cuando estamos en una posición ganadora.
El de ayer fue uno de esos días de los que hay que haber vivido para poder entenderlo. Desde bien temprano, cuando uno se sentaba en su sitio por la mañana, daban ganas de avisar al equipo comercial para llamar cliente a cliente y decirles que vendieran toda la cartera.