El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha afirmado que los bancos "tendrán que aumentar sus provisiones para poder cubrir las potenciales pérdidas" derivadas de los riesgos actuales.
Durante la inauguración del V Foro de Banca organizado por el diario 'El Economista', Hernández de Cos ha pasado revista a la situación financiera de España y ha señalado algunos de los riesgos, derivados de la elevada inflación y de las subidas de tipos de interés.
No obstante, el contexto actual del sector bancario "parte de una situación relativamente favorable", con una caída del 12,4% en el segundo trimestre del crédito dudoso del sector privado residente, situándose la tasa de dudosos de los préstamos bancarios en el 3,8% en el pasado mes de junio, "volviendo a registrar mínimos tras la crisis financiera global".
También los préstamos en vigilancia especial "han intensificado su ritmo de corrección", hasta reducirse casi un 10% interanual en junio, y representando actualmente un 7% de la cartera de préstamos al sector privado residente, si bien se mantiene por encima de los registros prepandemia. "Lógicamente, es en los sectores más afectados por la pandemia y por el alza de los costes energéticos donde se concentran las mayores vulnerabilidades", ha ahondado el gobernador.
En cuanto a la rentabilidad del sector bancario español, continuó mejorando en la primera mitad del año, una vez se descuentan los resultados extraordinarios derivados de las fusiones en 2021.
El retorno de capital (ROE, por sus siglas en inglés) se situó en el 10% en el primer semestre, dos puntos porcentuales más que en junio de 2019, mientras que la ratio de capital ordinario de nivel 1 (CET1) del conjunto de las entidades se situó en el 12,9% en junio, 50 puntos básicos por debajo de su nivel en el mismo mes del año anterior, pero 70 puntos por encima del nivel prepandemia (12,2%).
Hernández de Cos ha señalado que este nivel de solvencia implica la existencia de unos colchones de capital voluntarios por encima de los requisitos regulatorios significativos, "aunque inferiores a los del resto de los principales países europeos".
Sin embargo, ha indicado durante su intervención que la estimación del impacto del contexto actual sobre la rentabilidad y la solvencia de la banca "resulta más complejo". "De un lado, el aumento de los tipos de interés supondrá que las nuevas operaciones de préstamo generarán mayores rendimientos, al igual que los préstamos ya existentes concedidos a tipo variable. Así, aunque presumiblemente el volumen de crédito se modere en la situación actual, cabe esperar que los ingresos brutos aumenten, en particular en el corto plazo", ha explicado.
Por el lado contrario, el gobernador del Banco de España ha apuntado al aumento de los costes de financiación, tanto por los instrumentos de deuda emitidos por las entidades en los mercados financieros como por los depósitos, aunque este último factor afectaría en menor medida. "Cabe esperar que el volumen de depósitos se vea impulsado al alza, al aumentar su remuneración y debido al entorno de incertidumbre", ha precisado.
Por otra parte, el aumento de los tipos de interés también se traduciría "de forma inmediata" en una revisión a la baja de las valoraciones de los títulos de renta fija, pública y privada, que las entidades tienen en sus balances, aunque la traslación contable de estas menores valoraciones solo se produciría en caso de que los activos estén disponibles para la venta, pero no si las entidades las mantienen en sus balances hasta el vencimiento de los títulos.
En caso de suceder así, los bancos obtendrían menores rentabilidades que las que ofrecen las nuevas emisiones que se pongan en circulación. "En las entidades españolas, menos de la mitad de estas tenencias de deuda estaban clasificadas como disponibles para la venta a finales de 2021", ha expuesto el gobernador
"Y, en un horizonte algo más amplio, que puede extenderse uno o dos años, es cuando se manifestarían buena parte de los efectos negativos sobre la capacidad de hogares y de empresas para hacer frente a sus obligaciones financieras del contexto actual y previsto", ha afirmado Hernández de Cos.
Así, como consecuencia de esta situación, estima que las entidades "tendrán que aumentar sus provisiones para poder cubrir las potenciales pérdidas". "Adicionalmente, la inflación también podría elevar los costes operativos de las entidades", ha añadido.
El impacto neto de todos estos riesgos para las entidades en un horizonte de tres años "podría ser negativo en determinados escenarios", por lo que ha insistido a los bancos a que "extremen la prudencia" y que se haga un seguimiento "minucioso" de los riesgos, ya que pueden experimentar una evolución adversa "de forma rápida" y obligar a "plantear nuevos escenarios de tensión".
"Todo ello nos lleva a recomendar a las entidades que sean muy cuidadosas con su política de provisiones y con su planificación del capital en los próximos trimestres", ha recalcado el gobernador del Banco de España.
SITUACIÓN DE EMPRESAS Y HOGARES
Hernández de Cos también se ha referido a la situación de las sociedades no financieras y de los hogares. Así, ha señalado que se estaría produciendo en los últimos meses un "mayor dinamismo" del crédito empresarial, una evolución que respondería tanto a la cobertura de necesidades de financiación de las empresas como a un motivo de precaución, ya que también se estaría acelerando el crecimiento de sus depósitos bancarios. Además, el efecto de los incrementos de los tipos de interés ya se estaría notando en la nueva financiación a empresas.
En cuanto a los hogares, el crédito se ha mantenido en un nivel estable en los últimos meses. Sin embargo, el Banco de España aprecia un comportamiento diferencial entre los préstamos hipotecarios, que crecen de forma sostenida a un ritmo ligeramente superior al 1%, y el crédito para consumo, que disminuye a tasas de alrededor del 4%. Además, a diferencia de las empresas, las familias no estarían acelerando el crecimiento de sus depósitos bancarios en 2022, pero mantienen un crecimiento sostenido de este producto desde 2021, superior al 5%.
SECTOR PÚBLICO
Por otro lado, Hernández de Cos se ha referido al "significativo" aumento de la deuda pública sobre el PIB, tras las políticas fiscales puestas en marcha por el Gobierno para mitigar el efecto de la pandemia de la Covid-19, si bien ha indicado que la deuda "ya se situaba en niveles elevados antes de la pandemia".
"Es evidente que este elevado endeudamiento público, junto con el también alto déficit público estructural, suponen factores de vulnerabilidad frente a un endurecimiento de las condiciones de financiación como el que está ocurriendo en la actualidad y reduce el margen de maniobra de la política fiscal ante perturbaciones futuras", ha afirmado el gobernador.
Por el lado contrario, ha destacado la reducción, "superior a la inicialmente prevista", del déficit público en este ejercicio y el significativo alargamiento del vencimiento medio de la deuda pública en España, que supera los ocho años y retrasa el impacto de los incrementos de tipos de interés sobre la carga financiera de la deuda pública.
"En cualquier caso, las necesidades de financiación anuales del sector público español se sitúan en niveles elevados, en torno a los 20 puntos del PIB", ha señalado el gobernador, que ha pedido adoptar una estrategia presupuestaria de medio plazo, que incluya la "definición inmediata" de un plan de consolidación fiscal plurianual para su ejecución, una vez superados los efectos económicos de la pandemia y de la guerra en Ucrania