Hola Galagher:
Como tú te has permitido hacerle un perfil psicológico, incluyendo el diagnóstico de obsesivo-compulsivo, a
@alfon1974 (con el que no coincido en todo pero sí con algunas de las cosas que ha comentado y, muy especialmente, en preciarme de ser educado) supongo que no te molestará que yo haga lo mismo contigo y con los que tienen un perfil similar al tuyo (algo que no es infrecuente en Rankia, todo sea dicho, y que es, en realidad, lo que me preocupa y me motiva a escribir…). Por ello, perdona si, en algún detalle, me extralimito y no soy justo contigo… hablaré más bien del perfil general y no sólo de tu caso particular (que no me interesa mucho).
Ya, si eso, luego tú me haces otro perfil psicológico a mí y quedamos todos empatados...😉
¡¡¡No es un ladrillo demasiado denso pero sí largo… ergo, conviene ponerse el casco 😜… Avisados quedáis!!!
Empiezo. Hay que diferenciar claramente entre ser rico y ser, simplemente, un NARCISISTA. Lo primero es infrecuente y lo segundo, desgraciadamente, casi lo contrario.
Por lo demás, el rico suele tener una personalidad madura (si no la riqueza termina durándole poco, bien porque se la gasta bien porque se la “limpian” o bien por ambas cosas), y, además, lo último que se le ocurriría, si es mínimamente inteligente, es venir a un foro como este a pavonearse de supuestos “millones” (como cualquiera puede comprender no es precisamente muy perspicaz ir dejando pistas a los amigos de lo ajeno… que también los hay muy inteligentes y algunos son buenos “hackers” siempre dispuestos a empezar a tirar del hilo que lleva a potenciales nuevas víctimas propiciatorias)
Aunque, claro, si uno es sólo un gran/pequeño narcisista, es normal que cuando intervenga en el foro sea para, casi siempre, limitarse a proclamar a los cuatro vientos, de forma por lo demás gratuita, una única e interminable simpleza: “YO SOY EL MÁS GRANDE”….. aunque, eso sí, en cualquiera de sus múltiples e infinitas versiones, muchas veces llenas, por lo demás, de infantil grandilocuencia.
Veamos algunos ejemplos recientes en este mismo hilo: “hoy comí ostras y ayer también”, “tengo más de 100 millones”,”ahora me voy con x modelos” (se olvide uno, o no, de añadir el adorno hortera de la “isla paradisíaca” como nos recordaba otro compañero/a)… etcétera… etcétera…
Igualmente, tampoco debemos olvidar otra de las versiones de la interminable cantinela del “YO SOY EL MÁS GRANDE” propia del narcisista que es, justamente, su envés, no menos pesado..., esto es, aquello de “TÚ Y LO TUYO NO VALE NADA COMPARADO CON LO MÍO”… También, por supuesto, en un número infinito de versiones…
Por lo que frente a ellos, en resumen, el común de los mortales no puede evitar más que sentirse, legítimamente, despreciado y/o agredido y/o hastiado (de una forma más o menos intensa según el caso).
Ahora bien, lo realmente curioso del narcisista es que, ante la reacción negativa del otro (y así perciben ellos prácticamente todo lo que no sea sumisión y adulamiento), tienden a sentirse desorientados. Digamos que les sorprende siempre que NO caigamos todos, uno tras otro, rendidos ante su supuesta “grandeza” autoproclamada (que ellos creen que resulta, incluso, “autoevidente”). Por ello, no es raro que terminen indignados… o, incluso, algo peor.
Aunque, si al final la sangre no llega al río (aquí es difícil porque el territorio es virtual y hay Moderación), lo habitual es que terminen intentando cerrar el asunto declarándose víctimas de la envidia/hate de los otros... volviendo a demostrar con ello que “no se enteran de la misa la media”.
Lo de la envidia es un tema interesante porque, precisamente este rasgo, se incluye como una característica principal del propio cuadro de la personalidad narcisista y, sin embargo, ellos se empeñan en esgrimirla como una característica justamente de los demás (algo paradójico que, sin embargo, también se recoge explícitamente en la propia descripción sindrómica del trastorno). Veámoslo:
Por lo demás, la vida del narcisista gira alrededor de una búsqueda interminable y compulsiva de reconocimiento y elogios (madurez emocional nivel infante) siempre muy por encima de los méritos que pueden acreditar objetivamente (por ello no es infrecuente que nos pidan/exijan reconocimiento continuo sólo a cambio de vagos y repetidos relatos fantasiosos o imprecisos sobre su “grandeza”)...cuando, sin embargo, en el mundo real lo único que los demás les terminan devolviendo mayoritariamente (esa es su tragedia) es justamente lo contrario al elogio que tanto ansían (merecida hostilidad proporcional al trato que otorgan o, simplemente, pena… como afortunadamente es el caso mayoritario en este hilo).
Por ello, lo habitual es que terminen solos o, a lo sumo, relacionándose exclusivamente con personas que se encuentran obligadas a tener que plegarse a su autoproclamada superioridad (es decir, personas débiles con un carácter muy dependiente -a las que tienden, por cierto, a maltratar- o personas que aceptan seguirles la corriente a cambio del correspondiente estipendio -vamos a llamarlas eufemísticamente “modelos” 🤪😂😂, por seguir con la misma jerga ya utilizada en el hilo-).
En fin, el asunto no tiene cura una vez que se ha llegado a la edad adulta, presentando, por tanto, un curso crónico. Como todos los demás trastornos de personalidad carecen de conciencia de enfermedad, aunque ellos con el punto añadido de que a nivel emocional ese potencial contacto con la realidad les destruiría por razones obvias. Eso les hace inviables en terapia. Por lo demás, son siempre molestos y, en los casos graves, pueden llegar a ser peligrosos. Lo mejor es identificarlos y mantenerlos lo más alejados posible de uno por su naturaleza tóxica.
Termino. Crecen como champiñones en entornos virtuales como los foros porque suelen tener tiempo (soledad), andan siempre ávidos de un mayor reconocimiento de su supuesta “grandiosidad” (que en su fuero interno creen que nunca fue suficientemente reconocida… en los casos leves se solía decir que “no tienen abuela”)... y porque, también, los algoritmos tienden a favorecerlos.
Y es que el algoritmo de la mayoría de las redes sociales (*) suele premiar la cantidad -aunque sea basura- frente a la calidad (por aquello de la importancia del “tráfico” para el negocio) y el narcisista es muy fácil que esté siempre dispuesto a servirnos una o varias nuevas dosis diarias de alguna variante, más o menos burda, de su interminable “YO SOY EL MÁS GRANDE”…
En fin, hay que convivir con ellos… ¡¡¡Que remedio!!! pero… lo mejor es que corra el aire…Creo haberme explicado.
Y hasta aquí el divertimento dominical de hoy
Saludos
Posdata: no está de más recordar que el héroe actual de los narcisistas patrios es el desgraciadamente conocido Llados (¡¡¡Para mí eso SÍ que es una gran señal de decadencia de este país!!!, todo sea dicho),... personaje que, junto a sus seguidores, no obstante, fue retratado magistralmente por el humorista Ernesto Sevilla (
pinchar aquí)... y perdón por repetirme pero NO he podido resistir la tentación de enlazar, otra vez, el corte televisivo por si alguien todavía no la ha visto.
(*) Sólo ya por eso la mayoría de las redes sociales terminan siendo en buena medida tóxicas (ésta es también una red social… y hasta aquí puedo leer 🤪)