Esta semana serán las reuniones de los comités de política monetaria de los tres principales bancos centrales occidentales las que “marquen el paso” a las bolsas europeas y estadounidenses y, probablemente, terminen determinando su comportamiento a corto/medio plazo.
Si bien es verdad que la última ola de la pandemia está provocando que muchos gobiernos opten nuevamente por las restricciones, especialmente en Europa, también es verdad que las últimas noticias sobre la nueva variante surgida en el sur de África, la bautizada como Ómicron, son bastante alentadoras.
Así, todo parece indicar que su trasmisibilidad es superior a anteriores variantes, lo que la ha llevado ya a ser la prevalente en Suráfrica, imponiéndose a la Delta. No obstante, su sintomatología parece confirmarse que es mucho más leve. En ese sentido, cabe destacar que el CFR (Case Fatality Rate) y las hospitalizaciones están siendo muy inferiores a las provocadas por la Delta, según datos proporcionados por las autoridades sanitarias sudafricanas. De confirmarse este extremo, y convertirse la Ómicron en la variante prevalente en todo el mundo, podríamos estar cada vez más cerca del final de la pandemia, pasando a convertirse el Covid-19 en una enfermedad endémica como la gripe o los demás coronavirus que afectan al ser humano (catarros comunes).
Este escenario sería muy positivo para la economía mundial, que podría recuperar su total normalidad a lo largo de 2022. También sería positivo para los mercados de valores, especialmente para las compañías que más se benefician de la reapertura. Por todo ello, habrá que seguir muy atentos a la evolución del Ómicron en las próximas semanas, aunque, por ahora, es la variante Delta la que está haciendo estragos en Europa y comienza nuevamente a hacerlos también en EEUU.
Pero, como hemos señalado al principio, esta semana serán los bancos centrales los protagonistas. Pasamos ahora a analizar lo que esperamos que ocurra en cada una de las reuniones de estas instituciones y su potencial impacto en los mercados financieros globales: divisas, bonos y renta variable:
El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal estadounidense (FOMC) comienza MAÑANA su reunión de dos días. El escenario más probable, una vez que su presidente, Powell, ha dado por descartada la “transitoriedad” de la inflación -el viernes se supo que esta variable se situó en noviembre en EEUU a su nivel más elevado desde 1982-, es que la Fed acelere su proceso de retirada de estímulos monetarios, en un primer lugar reduciendo más rápidamente de lo en principio esperado sus compras mensuales de activos en los mercados secundarios -esperamos que anuncie el final de este proceso para marzo en lugar de para junio, como estaba estipulado-, y que durante el 2S2022 comience a subir sus tasas de interés de referencia.
El mercado espera que lo haga entre 2 y 3 veces. Habrá que esperar al miércoles para saber qué es lo que esperan los miembros del FOMC en este sentido, algo que plasmarán en el famoso diagrama de puntos que será publicado tras la reunión del Comité. Entendemos que la positiva reacción del viernes de las bolsas estadounidenses y la tranquilidad mostrada por los bonos a los datos de inflación -ver sección de Economía y Mercados- indica que los inversores ya descuentan el escenario que acabamos de describir y que se encuentran a gusto con el mismo. No esperamos, por tanto, movimientos extremos en los mercados financieros de cumplirse nuestras previsiones.
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reunirá el próximo jueves. En principio la institución, a través de su presidenta, la francesa Lagarde, había anticipado que en esta reunión se determinarían las líneas básicas de la nueva política monetaria del organismo. Los estragos que está generando en la Eurozona la última ola de la pandemia y las restricciones impuestas por muchas autoridades de la región entendemos que han trastocado los planes del BCE.
Así, ahora, como ya explicamos la semana pasada, la máxima autoridad monetaria de la Eurozona se enfrenta a un gran dilema: qué hacer en materia de política monetaria en un escenario de evidente desaceleración económica y elevada inflación cuando, además, el programa de compras de emergencia para la pandemia (PEPP), que ha servido para mantener unas condiciones de financiación óptimas en la región, finaliza en marzo.
En nuestra opinión, el BCE intentará comprar tiempo. Para ello utilizará el otro programa de compra de activos en vigor, el APP (Asset Purchase Program), al cual dotará de una mayor flexibilidad para evitar que los tipos a largo plazo y las primas de riesgo de los países del sur de la Eurozona, todos ellos muy endeudados y con elevados déficits públicos, se disparen al alza, lo que podría terminar por dar el “tiro de gracia” a la recuperación económica.
Entendemos que esto es lo que esperan los inversores. De no ser así, volverá la “tensión” a los mercados.
El jueves también se reúne el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE), comité que ya sorprendió en su anterior reunión cuando no subió sus tasas de interés de referencia en contra de lo que esperaban los mercados. Tampoco creemos que lo haga en esta ocasión ya que sus miembros esperarán a comprobar el impacto de la última ola de la pandemia en la economía británica antes de hacerlo -el mercado descuenta que sea en la reunión de febrero-.
Lo que sí dará por finalizado el BoE, en línea con lo previsto, será su programa de compra de activos, aunque, como ya señalamos la semana pasada, seguirá reinvirtiendo el importe de los bonos que venzan, al menos hasta que los tipos de interés de referencia alcancen el 0,5% (actualmente están en el 0,1%). De cumplirse lo aquí expuesto, no esperamos que la reunión tenga un gran impacto en los mercados financieros británicos. Sin embargo, si el BoE opta por comenzar a subir sus tipos de interés, algo que no esperamos ni nosotros ni la mayoría de los inversores, los mercados bursátiles europeos reaccionarán de forma negativa.
Por lo demás, señalar que la semana presenta una agenda macro interesante, en la que destaca la publicación MAÑANA en EEUU del índice de precios de la producción (IPP) de noviembre, que permanecerá en máximos multianuales; el miércoles de las ventas minoristas del mismo mes, también en EEUU; el jueves de las lecturas preliminares de diciembre de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los PMIs, en la Eurozona, sus dos principales economías: Alemania y Francia, el Reino Unido y EEUU; y el viernes de los índices IFO alemanes de diciembre, que miden el clima empresarial del país, y de la lectura final de noviembre del IPC de la Eurozona. Datos todos ellos importantes que aportarán información a los inversores de cómo afrontan las principales economías desarrolladas el final del ejercicio.
HOY, para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran al alza, siguiendo de esta forma el positivo comportamiento del viernes de Wall Street y el que están teniendo esta madrugada las principales bolsas asiáticas, mercados que además comienzan a mostrarse esperanzados por las intenciones de las autoridades chinas de apoyar su economía con medidas fiscales y monetarias. Además, las noticias sobre la “benignidad” del Ómicron creemos que llevarán a muchos inversores a apostar nuevamente por los valores de corte más cíclico. El buen comportamiento del precio del petróleo esta madrugada en los mercados asiáticos creemos que está en línea con una actitud más optimista con relación al futuro de la pandemia y, por tanto, de la economía global.
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