En el texto no hay ninguna predicción que coincida mínimamente con el titular.Sé muy bien lo que es ser un cansino y también como evitar a los cansinos en un foro, así que sobran las quejas tipo plañidera.También sé cómo responder cuando se vuelva a enlazar esa basura.
¿De cada palo? No sé lo que es.Una alternativa a El Economista es no leer nada. Al menos no te contaminas. Por lo demás, cualquier diario económico de los tradicionales es respetable, siempre y cuando se lean con espíritu crítico. Hoy en día es normal que entre col y col, lechuga. Resumiendo, nadie es perfecto pero de la basura hay que alejarse siempre.P.D. Quiero suponer que quien hizo el enlace se molestó en leerlo previamente. Lo que me extraña es que no detectase que el titular se contradice con el contenido al 100x100. Sería tremendo que solamente los demás nos hayamos tragado eso.
Creo que ya va siendo hora de prescindir de ese panfleto llamado El Economista.La mayoría de los artículos son puro amarillismo. Ni siquiera casan los titulares con el contenido. Para muestra ese mismo, de vergüenza.
Hay materiales en los que el transporte incide fuertemente en su coste, por ejemplo el cemento y los ladrillos "vulgaris". Ahí también puede haber diferencias entre zonas de España.
¿Despedir a la gente es cosa de países serios? Alguno necesita reciclarse, por ejemplo un poco de Dickens (que no es una marca de whisky).Otro chiste malo, lo que hay que leer. 😂😂😂
No sé si los tontos son los del New York Times o los de El Economista. Me inclino por este último vistos sus antecedentes.¿Por qué no comparan el precio de un zulo en La Castellana con el de una vivienda en Dakota del Norte? Esto es de risa jajaja.P.D. En cuanto a Zamora, alguno pretende ser el nuevo Vellido Dolfos. El precio tiene una anomalía en su máximo. Hay que mirar los gráficos con espíritu crítico.