Por algún motivo, en los mercados hay una clara tendencia hacia los maximalismos. Y a dar por verdades absolutas cuestiones que necesitan ser matizadas. Ahora mismo se escucha por todos lados eso de que “las bolsas bajan si suben los tipos de interés”, referido en esta ocasión al mercado.
Las empresas remuneran a sus accionistas básicamente por tres vías: el pago de dividendos, la recompra de acciones y la plusvalía que se produce si la empresa está bien gestionada. Gana dinero, el mercado lo reconoce y el valor sube.
Un mantra que se viene repitiendo en los últimos años entre estrategas y economistas de bancos y sociedades de valores es que la subida que acumula bolsa estadounidense es insostenible.
Pronto sólo comprará bonos el BCEDe acuerdo con las propias previsiones del BCE, en el mejor de los casos la inflación de los próximos cinco años se moverá en el entorno del 1,8 %. Y digo en el mejor, porque actualmente es del 3 % y los programas de estímulo monetario y económico van a relanzar.
El miedo a una crisis ha sido utilizado en los últimos años por muchos asesores como gancho para tratar de captar nuevos clientes.
Comprar de todo suele tener un resultado de “suma cero”, una cartera en la que, cuando unos activos suben, los otros bajan por igual, y viceversa.
La inflación es como el colesterol. Hay un colesterol bueno y un colesterol malo. Con la inflación ocurre algo parecido. Los propios bancos centrales tienen entre sus objetivos que la inflación sea positiva. Eso sí, ligeramente positiva, que es la que consideran “buena”.
Normalmente en el medio y largo plazo las elecciones norteamericanas no son tan importantes para los mercados como piensa mucha gente.
Diga lo que diga Hacienda, el ETF es un fondo de inversión. Primero, porque es una institución de inversión colectiva que utiliza un amplísimo colectivo de gente a nivel mundial para invertir.
En el siguiente post Víctor Alvargonzález nos explica donde va a parar el dinero que inyectan los bancos centrales y que parte puede acabar en la economía real
Nextep Finance celebrará el próximo día 20 de febrero a las 19h00, en el Hotel Miguel Ángel de Madrid, una jornada sobre cómo invertir en 2020.
Es curioso observar la evolución de los mercados en los últimos años. Si te fijas encuentras un elemento en común y es que, salvo raras excepciones, a más cercano un mercado de una economía que se beneficia de la revolución digital, mejor ha ido la bolsa de ese país.
El único motivo por el que no estoy seguro que lo que estamos viviendo en el mercado sea una corrección es porque estoy viendo que es lo que opina el consenso. Y de forma casi unánime, lo cual es mucho peor. Si hay algo que me haga sentir incómodo cuando tomo una posición en los mercados es coincidir con el famoso consenso.
Tomar posiciones para el rally de fin de año suele ser una buena idea, sobre todo si piensas que va a haberlo. Pero de lo que no se habla tanto es de tomarlas para el inicio del año, y está demostrado que muchos gestores re balancean sus carteras justo al inicio del ejercicio bursátil, lo cual significa que entra mucho dinero de unos activos y sale de otros.
El BCE tiene un problema: si los inversores siguen comprando euros a mansalva, el programa de estímulo monetario - el famoso QE - no habrá servido de nada. El mandato del BCE es muy claro: tiene que mantener la estabilidad de precios en la zona euro y, al menos hasta el día de hoy, un IPC anual “cercano al 2%” es lo que los bancos centrales consideran estable y deseable.