Cuando Donald Trump llegó a la presidencia, las declaraciones menos cariñosas le llegaron de las grandes empresas tecnológicas. Pero curiosamente es el Nasdaq el índice que mejor lo hace desde el inicio del año: un 9,75% frente al 4,80% del Dow Jones ¿Y qué me dice de los malvados banqueros, los aliados naturales de Trump, que ha prometido eliminar todo tipo de barreras regulatorias?
“Habemus” correlaciones Una buena forma de mejorar los resultados de una estrategia de inversión consiste en localizar activos, sectores y países que se mueven a la par que aquel o aquellos que hemos detectado que funcionan en un determinado escenario de mercado. Cuando dos activos se mueven en la misma dirección se dice que están correlacionados o, lo que es lo mismo, que su correlación
Según escribo vengo de participar en Forinvest, en un foro patrocinado por Rankia, y concretamente en una mesa redonda sobre la gestión pasiva, o, creo que mejor dicho, la gestión indexada.
El Sr. Trump se podría haber ahorrado su reciente andanada contra el dólar. En mi opinión su estrategia de crecimiento tiene más que ver con que los norteamericanos compren productos americanos que con que EE.UU. exporte más.
A principio de año les dije que 2017 se iba a mover a ritmo de Donald Trump. Y de política europea, directa o indirectamente. Y ya ven: desde el peso mejicano, pasando por las farmacéuticas en EE.UU. a la libra en el Reino Unido.
La estrategia financiera es como la militar: se establece en base a la información de que se dispone. Pero los buenos generales no sólo contemplan la opción más probable, sino todas las posibles acciones y reacciones del enemigo.
Desde el año 2009 el motor de subida de la bolsa norteamericana ha sido el estímulo monetario. Bernanke se podría haber forrado haciendo “insider trading”. Cada vez que abría el grifo del dinero – el QE - se disparaba el Dow Jones. Las bajadas de tipos también.
A todos los años les pongo un título. Normalmente para ponérsela a las conferencias sobre Estrategia que doy al inicio del ejercicio, pero también lo uso para transmitir una idea fundamental a tener en cuenta si se va a invertir ese año. En 2016 la idea era la volatilidad, y el título del artículo que publique aquí al inicio del año se llamó “2016, el año del trader
Bueno, bueno, bueno ¿así que no podía ganar Trump eh? A mi lo que ha pasado en EE.UU. - y hace poco en el Reino Unido - me recuerda a un moderno mito de la caverna: nuestra visión de las cosas es una visión mediatizada – nunca mejor dicho – por la información que publican los medios de comunicación
Al inicio del año dije que la característica sería la volatilidad ¿Se acuerdan de aquel post de primeros de año que se llamaba “2016 El año del Trader”? Pues a este paso va a ser “la década del Trader”. Trump no se va a cargar el sistema económico norteamericano, pero va a generar mucha tensión política.
Esa fue para mí la señal de compra: la ruptura de los máximos históricos del SP 500 – el más importante indicador técnico del mercado - acompañada de la estabilización del precio del petróleo – un importante indicador económico-. Y ahora tenemos la consolidación de ese tirón alcista en forma de desaparición del único obstáculo que se interponía: el Yuan
Pese a ser muy competitivas en precio y en servicio, por el momento las empresas fintech sólo le han quitado a la banca tradicional una muy pequeña parte del mercado global. En mi opinión, se equivocan quienes piensan que ahí se va quedar la cosa. Decía Napoleón que las batallas las gana el que más medios tiene.
La mayoría de la gente dice que la ruptura de máximos del SP 500 augura una gran caída del índice. Que ha subido mucho, que la burbuja, etc. Para empezar no ha subido mucho – lleva dos años en una banda de fluctuación – y el ratio deuda/dividendo actual es muy razonable.
La mayoría de los analistas y estrategas del mercado trabaja con números. A más números, mejor. Existen incluso casos extremos de gente que, a más se equivocan, más números miran. Como si por ver más números fuera a cambiar la dirección del mercado y el resultado de sus inversiones.
Uno de los pilares de mi estrategia de los últimos años ha sido evitar los mercados emergentes Y el Ibex es un índice tan latino-emergente como español. Pero la política y la economía son cíclicos. Cambian los gobiernos, cambian las expectativas económicas: el mundo es cambio. Y las cosas podrían estar cambiando para el Ibex. Y si cambiaran hay que ser consecuentes y adaptarse al nuevo entorno.